En el contexto actual de cambio y recesión, los negocios, empresas y organizaciones, se transforman todos los días. Cambios en los estilos de vida, en los mercados, pero por sobre todo en las personas.
La transformación organizacional es permanente hoy y hace falta un nuevo liderazgo para el cambio. Se necesitan líderes con flexibilidad, propósito, equilibrio, visión y capacidad de inspirar a otros en contextos complejos.
Es necesario un nuevo líder positivo, empático, proactivo, colaborativo y en función de su equipo. Hoy los colaboradores necesitan de sus líderes y las organizaciones necesitan del liderazgo para transformarse y crecer. La innovación y la transformación estratégica son procesos que exigen otras competencias en todos aquellos que desempeñen ese rol.
Por ejemplo, la adaptabilidad y capacidad no solo para adaptarse al cambio sino para desarrollarlo y liderarlo; resiliencia y manejo emocional son claves para el desarrollo del autoliderazgo y las relaciones efectivas con los demás; habilidades para influir y comunicarse eficazmente; el desarrollo de una mentalidad de crecimiento propia y de su equipo.
En medio de la complejidad, se trata de encontrar la capacidad interior para innovar, avanzar a pesar de las dificultades, influir positivamente y crecer.
Liderar es influir en el equipo para obtener un resultado. Por lo tanto, la capacidad técnica para influir es vital.
Inspirar en esta realidad, requiere de fuertes convicciones personales, gran capacidad de automotivación y un propósito claro que permita dar significado a las tareas, responsabilidades, metas y resultados.
Este contexto implica enfocarse en resultados, pero también en encontrarle significado al proceso, que es el verdadero motor del aprendizaje y crecimiento. Se necesitan líderes con la capacidad de no rendirse ante la adversidad, aprender lecciones nuevas y guiar a su equipo hacia resultados extraordinarios.
Pero, ¿dónde están esos líderes? ¿cómo desarrollaremos esas competencias en nuestro personal? ¿cuánto tardaremos en hacer el proceso?
En primer lugar, no es lo mismo ser jefe que líder, un jefe se vale de la autoridad o su posición jerárquica para obtener resultados mientras que un verdadero líder hace brillar a su equipo, tiene seguidores a quienes conecta con un propósito común.
Por lo tanto, una pregunta inicial para este proceso en su empresa puede ser ¿cuántos jefes y cuántos líderes hay la empresa?
El líder se hace, se forma y se entrena, por lo tanto, los líderes simplemente están ahí, en toda la empresa, solo es necesario ayudarlos a descubrirse y a desarrollarse. El liderazgo ya no es como antes, el mundo ha cambiado y las personas también.