Revolucionando los Negocios: ¿Cómo los servicios en la nube están cambiando el juego?

Rafael Garcia | Gerente de Desarrollo de Negocios | C&W Business

Si seguimos la premisa de Albert Einstein de que "la locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes", podemos inferir que la innovación es la fuente de nuevas ideas y de cómo podemos hacer las cosas de manera diferente para lograr mejores resultados.

Al aplicar esta idea al propósito de cómo generar más valor para nuestros clientes, los servicios en la nube se convierten en un vehículo esencial para la innovación. Estos servicios proporcionan una amplia variedad de herramientas necesarias para materializar nuestra visión, independientemente del sector o la formación profesional. Un solo almacén de compras nos ofrece acceso a soluciones tecnológicas de vanguardia como servicio, lo que nos permite adquirirlos sin necesidad de grandes sumas de inversión, lo que anteriormente solo estaba disponible para los grandes jugadores del mercado.

El poder de la nube, sin duda alguna, ha democratizado la competencia y el libre mercado. Por primera vez en décadas, vemos que el terreno está más nivelado y las reglas del juego están cambiando. Hoy en día no es una regla ecuánime: “El pez gordo se come al pez pequeño”. La realidad es que gana quién tome las mejores decisiones, fundamentadas en los datos. “El nuevo petróleo”, como algunos le llaman.

Por eso, todas las empresas, independientemente del sector o la actividad económica en la que operen, forman parte de la misma industria: la industria de los datos. Esto me lleva a la siguiente reflexión:

“Si todas las empresas somos empresas de datos, entonces también debemos ser empresas de analítica e inteligencia de negocios. Si producimos datos y no los analizamos para fundamentar nuestros procesos de toma de decisiones, entonces sería mejor no almacenarlos, porque convertiremos al dato en un gasto operativo, y no en un activo con capacidad de generar ganancias.”

Cierro con una analogía: no sembremos el maíz para luego guardarlo en la bodega y dejar perder la cosecha. Refinémoslo, clasifiquémoslo, protejámoslo y analicémoslo hasta que tengamos la impresión de que el maíz nos habla y nos dice algo importante. Y con esta información, asegurémonos de servir el mejor producto en la mesa de nuestros clientes.