SASE: Disrupción Tecnológica Que Exige Convergencia Organizativa

José Medina - Director de Innovación y Estrategias de Crecimiento de Negocio TELCOS LATAM

SASE, concepto disruptivo acuñado por Gartner en 2020, propuso una visión clara: unir conectividad y ciberseguridad en una arquitectura en nube como evolución natural del networking empresarial.

Desde entonces, varios analistas anticipaban que en los siguientes diez años más del 50 % de las organizaciones adoptarían SASE como base de su estrategia de conectividad y seguridad.

 

La realidad hoy es distinta; sí fue disruptivo, sí es innovador, pero la adopción no ha alcanzado la velocidad esperada. Puede que el presupuesto o la complejidad técnica sean frenos visibles, pero un obstáculo adicional que ha tenido mucho impacto en hacer más lento su progreso es otro: los silos estructurales en las áreas de TI. Es simple: cuando conectividad, nube y ciberseguridad operan de forma aislada en la misma organización, la transformación hacia SASE y hacia cualquier estrategia de ciberresiliencia real, se vuelve casi imposible. Cada uno con sus necesidades, sus presupuestos, sus operaciones… y el resultado nunca es óptimo frente a un enfoque transversal.

 

Por eso, este artículo no busca explicar SASE como tendencia más, sino invitar a evaluarlo en serio, rompiendo barreras y adoptando la convergencia como estrategia. Porque donde antes había silos, el futuro exige convergencia 360.

 

La evolución que nos trajo hasta aquí

La historia de la conectividad es la antesala de SASE:

  • De routers a SD-WAN: los routers tradicionales conectaban, pero SD-WAN trajo inteligencia. Permitió usar múltiples enlaces —incluido Internet— y priorizar las aplicaciones que realmente importan.
  • De SD-WAN a SD-WAN Seguro: fue la primera convergencia real. El router dejó de estar solo, se unió al firewall en un mismo punto de valor. La seguridad se volvió parte del camino de la conectividad.
  • De SD-WAN Seguro a SASE: el salto natural. Una convergencia total donde conectividad y seguridad ya no son capas separadas, sino una sola arquitectura en la nube (con funcionalidades adicionales como ZTNA, CASB y SWG, que completan el set esencial de ciberseguridad para accesos, web y aplicaciones).

 

La lección es clara: cada evolución no reemplazó lo anterior, lo integró. Y SASE no es distinto. No es un salto al vacío, es el siguiente paso lógico sobre la base ya instalada de conectividad segura.

 

Las barreras: de frenos a catalizadores

Si la evolución es tan lógica, ¿qué ha frenado la adopción?

 

Mucho se ha dicho. La percepción de complejidad, los modelos de inversión en CAPEX, la escasez de talento especializado, los mitos de desempeño, la fragmentación de soluciones heredadas. Son frenos reales, pero superables con modelos gestionados por Telcos y con plataformas unificadas como Fortinet.

 

Sin embargo, la barrera que más impacto tiene es organizativa. En la mayoría de las empresas, conectividad, nube y ciberseguridad trabajan en silos. NetOps y SecOps no se hablan. Cada área defiende su presupuesto, su visión, su operación. El resultado: proyectos trabados, políticas que no se alinean, respuestas a incidentes que llegan tarde.

Según una reconocida firma de industria (TFIR), el 50 % de las empresas reconocen que la falta de colaboración entre equipos de red y seguridad ha retrasado implementaciones críticas. TechTarget lo resume en una frase: las principales barreras de SASE no son técnicas, sino estructurales.

 

Aquí está el punto clave: SASE no es solo convergencia tecnológica, es convergencia organizativa. Y sin esta, la transformación se queda a medias.

 

El contexto de Panamá: resiliencia y cumplimiento en juego

En un mercado como Panamá, las barreras no son abstractas, son palpables.

  • Latencia en SaaS globales: usuarios que dependen de Microsoft 365, Teams o Salesforce y que ven cómo el rendimiento cae al conectarse por Internet sin optimización.
  • Experiencia desigual del trabajo remoto: empleados en casa que nunca tienen la misma calidad que en la oficina.
  • Complejidad de múltiples proveedores: cada capa contratada a un tercero distinto, generando costos ocultos y operaciones más lentas.

 

Y a esto se suma la condición única del país: hub logístico y financiero regional. Aquí, la resiliencia operativa y el cumplimiento normativo no son opcionales, son mandatorios. Bancos, entidades de gobierno, operadores logísticos, todos dependen de continuidad y seguridad transversal.

 

En este contexto, SASE no es solo evolución tecnológica: es una necesidad estratégica para garantizar continuidad y cumplir con regulaciones cada vez más exigentes.

 

Telcos: los habilitadores naturales de la convergencia

SASE no puede implementarse en el vacío. Requiere un aliado que entienda tanto de redes como de seguridad, y ese aliado natural son los Telcos.

  • Por décadas, han gestionado la resiliencia de las redes en sus Centros de Operaciones de Red (NOCs).
  • Hoy, replican esa experiencia en sus Centros de Operaciones de Seguridad (SOCs), llevando disciplina operativa y cultura de resiliencia al mundo de la ciberseguridad.
  • Además, ofrecen modelos de servicios gestionados OPEX, que eliminan la fricción del CAPEX y facilitan la adopción gradual.
  • Agregan personal certificado en programas Fortinet, que elimina la complejidad técnica para el cliente: no tienes que operarlo tú, puedes adoptarlo como servicio guiado por manos expertas.
  • Y lo más importante, permiten que las organizaciones no empiecen de cero, sino que evolucionen sobre la conectividad segura de SD-WAN Seguro de Fortinet que ya utilizan.

 

Solo los Telcos pueden dar ese doble valor: convergencia tecnológica + convergencia operativa con expertos certificados.

Fortinet: de la promesa a la realidad

 

La pieza final de esta historia es la tecnología que lo hace posible. Y ahí, Fortinet marca la diferencia.

 

  • Líder en conectividad segura en LATAM: la mayor base instalada de firewalls y SD-WAN de la región.
  • Pioneros en convergencia: primeros en integrar routing y firewall en un solo diseño, y hoy llevamos esa visión a SASE.
  • Plataforma por diseño, no por adquisiciones: reconocido por Gartner como diferenciador clave.
  • Un único sistema operativo (FortiOS): un cliente, un motor de políticas, un motor de análisis. Simplicidad real, no marketing.
  • Ecosistema de acompañamiento: trabajamos con Telcos y partners para certificar equipos, co-crear servicios y desarrollar modelos de negocio que aceleren su salida al mercado.

 

Fortinet no solo entrega innovación y disrupción, cierra el loop perfecto al convertir esa tecnología en servicios reales, ofrecidos por Telcos con recursos certificados.

 

Preguntas que recomiendo que cada líder de TI debe hacerse y les ayudarán a identificar el camino a seguir:

 

  • ¿Vas a dejar que los silos internos sigan definiendo el ritmo de tu transformación digital?
  • ¿Seguirás viendo conectividad y seguridad como proyectos separados, cuando el mercado ya avanza hacia la convergencia total?
  • ¿Construirás tu estrategia de SASE desde cero o aprovecharás la conectividad segura y las políticas que ya tienes?
  • ¿Darás este paso solo, o con el respaldo de Telcos y Fortinet que ya tienen la experiencia, el personal certificado y la plataforma para hacerlo posible?

 

El momento de la convergencia 360

El futuro de la conectividad segura ya llegó. SASE es disrupción tecnológica, pero no basta con implementarla, exige romper silos y llevar la convergencia también a las estructuras internas.

 

En América Latina, el camino más sólido es claro:

  • Con los Telcos, que aportan resiliencia, servicios gestionados y expertos certificados.
  • Con Fortinet, que convierte la promesa de SASE en una plataforma real, integrada y acompañada de un ecosistema de partners.

 

La pregunta ya no es si adoptar SASE, sino cuándo y con quién. Y la respuesta está en manos de quienes se atrevan a romper barreras y dar el salto hacia la convergencia 360.