Todo parece indicar que el modelo de trabajo flexible llegó para quedarse: mientras las organizaciones experimentan su regreso a la presencialidad, los empleados quieren continuar trabajando desde casa, al menos una parte de la semana. Así lo confirman los hallazgos del Work Trend Index de Microsoft, que reveló que el 70% de los encuestados desea permanecer bajo una modalidad flexible. El trabajo remoto parece haber creado una nueva cultura; las ofertas de empleo anunciadas en la red LinkedIn se han multiplicado por 5, y muchas compañías que han intentado volver a modelos exclusivamente presenciales han encontrado fuertes resistencias.
La pandemia tuvo un efecto transformador sobre cómo y dónde trabajamos. Tras casi dos años de trabajo remoto habilitado por la tecnología, surge una nueva cultura laboral.
Lo cierto es que la pandemia ha provocado un gran cambio en la forma en que trabajamos y nuestras expectativas sobre un estilo de trabajo híbrido. Los modelos prepandemia no funcionan en el lugar de trabajo de hoy: los empleados ya no esperan, ni quieren, el típico trabajo de escritorio de 9 a 5. Demostraron con creces que son más autónomos de lo que se creía y más productivos de lo que hubiéramos podido imaginar: el 82% de los líderes de las organizaciones encuestados por Microsoft manifiestan que sus negocios son tan productivos como lo eran antes de la pandemia.
Paradójicamente, al tiempo que los empleados anhelan modelos de trabajo flexibles, también manifiestan la necesidad de interacción. Esto se refleja en el 65% de los empleados consultados, quienes desean conservar el contacto con sus equipos. Por su parte, las generaciones más jóvenes se han sentido aisladas y menos integradas a sus grupos de trabajo, y a muchos empleados les ha costado reencontrar su equilibrio entre la vida personal y profesional. Estudios realizados por LinkedIn demuestran que el agotamiento digital (o “burnout”) aumentó 9% entre abril y julio de 2021 y casi 12% comparado con un año antes.
La crisis de talento
A medida que los empleados aprendieron a trabajar de manera diferente en los últimos 18 meses, están repensando no solo cómo, cuándo y dónde trabajan, sino por qué lo hacen. Buscan trabajar para organizaciones que compartan sus valores, que tomen en cuenta sus necesidades, su bienestar y que confíen en ellos para tomar decisiones sobre cómo, cuándo y dónde trabajan. Estudios de McKinsey mostraron que el 40% de los empleados pensaba renunciar en los próximos 3 a 6 meses, aún sin tener una oferta de trabajo. Pero esto no se quedó solo en datos: en el mes de noviembre en los Estados Unidos 4.5 millones de personas renunciaron a su empleo.
Como resultado de esta “gran renuncia” y de las nuevas expectativas de los trabajadores, las organizaciones no están logrando contratar el talento que requieren. La respuesta no es sencilla. Es claro que las personas realizarán el trabajo que mejor se adapte a sus habilidades y necesidades, favorecerán a los empleadores que compartan sus valores y aprecien su bienestar, que involucren a sus empleados con empatía y confianza. Así que uno de los mayores retos en adelante será cómo adoptar culturas híbridas y flexibles de colaboración para cuidar nuestro activo más valioso: el talento.
Nueva tecnología para una organización híbrida
Resolver la paradoja del trabajo híbrido será el gran desafío a futuro y requerirá de políticas y tecnologías pensadas para la flexibilidad, que apoyen a cada individuo, sus necesidades y su estilo de trabajo. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones no están preparadas para esta modalidad de trabajo. Los asistentes a distancia se sienten invisibles e ignorados. Los presenciales desean ser inclusivos, pero no cuentan con el equipo para conducir reuniones híbridas eficaces. De acuerdo con Frost and Sullivan, de los más de 90 millones de salas de conferencia a nivel mundial, menos del 7.8% están equipadas con video, lo que genera una mala experiencia para los asistentes a distancia.
La tecnología será fundamental en este nuevo modelo, actuando como un facilitador, ayudando a empleados y clientes a transformarse para el trabajo híbrido y reinventar todo, desde reuniones que trascienden el espacio y el tiempo hasta una experiencia digital para los empleados a la que todos pueden acceder, desde cualquier lugar, a su flujo de trabajo, y que este esté integrado en una plataforma lógica y unificada. A esto podemos sumar innovaciones como los Teams Rooms y las cámaras de videoconferencia habilitadas con IA, que siguen las voces de los oradores y permiten que las cámaras de la habitación utilicen audio, movimientos faciales y gestos para detectar quién está hablando, o hacer zoom para obtener una perspectiva más cercana y habilitar el reconocimiento de personas para identificarlas y mostrar el nombre de perfil de los usuarios.
Más allá de la colaboración remota: la experiencia del empleado
Sin embargo, estas innovaciones -tan útiles para la productividad- tienen que complementarse con herramientas que aseguren la cohesión, la comunicación, la identidad corporativa y el bienestar de las personas. Con ello en mente, Microsoft puso a disposición del público su más reciente innovación, Microsoft Viva, la primera plataforma de experiencia del empleado (EXP) para la era híbrida, que busca fomentar una cultura de conexión humana, propósito, crecimiento, bienestar y resultados, garantizando que todos los empleados estén conectados con los valores de su organización, las perspectivas de productividad y bienestar personal, el conocimiento experto y los recursos clave de aprendizaje:
En Microsoft nos encontramos en el mismo viaje de experiencia de los empleados que nuestros clientes con Microsoft Viva, usándolo en nuestras oficinas en todo el mundo para promover la conexión, el crecimiento y el bienestar en el trabajo, para poner a los empleados en primer lugar y garantizar que cuenten con la tecnología y el apoyo que necesitan para tener éxito. Y aunque cada líder y cada organización necesitará crear un nuevo modelo operativo a través de personas, lugares y procesos que le son propios, hemos creado y compartido dos guías con recomendaciones para líderes tomadores de decisión en las empresas (Trabajo híbrido: una guía para los líderes de negocio), así como para la fuerza laboral (Guía de Flexibilidad para el Lugar de Trabajo Híbrido). Y seguiremos compartiendo lo que aprendamos a lo largo del camino.
Todos estamos en el mismo proceso de adaptación, aprendizaje y experimentación. Muchas cosas aún no son claras en esta transición, pero hay una certeza: sabemos que aquellas empresas con una mejor experiencia de empleado para todos, desde la sala de juntas virtual hasta el piso de la fábrica, serán las que atraigan y retengan mejores talentos. Y también hemos aprendido que, si utilizamos los datos, escuchamos a nuestros empleados y clientes e incorporamos flexibilidad en todo lo que hacemos, podemos crear un mejor futuro del trabajo.