


El cambio continuo en el panorama de las amenazas ha sido una constante durante décadas. Sin embargo, la última evolución representa un cambio fundamental impulsado por la omnipresencia de la IA. Los atacantes no solo están explorando nuevas tácticas, sino que están reimaginando sus modelos de negocio. Están acelerando sus operaciones a velocidades sin precedentes gracias a estos avances tecnológicos, dedicando más tiempo a la planificación y el reconocimiento para ejecutar ataques más selectivos, eficaces y perturbadores.





