Ante la creciente amenaza de desastres naturales, ciberataques, fallos técnicos imprevistos o cualquier evento que amenace interrumpir la normalidad; la necesidad de contar con un Plan de Recuperación ante Desastres, conocido como "Disaster Recovery” (DR), es más apremiante que nunca.
La era digital ha transformado la forma en que hacemos negocios y, con esta transformación, viene la creciente dependencia de la tecnología. Sin embargo, junto con los beneficios de la tecnología, también surgen riesgos y vulnerabilidades que pueden poner en peligro la continuidad del negocio.
Ante la creciente amenaza de desastres naturales, ciberataques, fallos técnicos imprevistos o cualquier evento que amenace interrumpir la normalidad, la necesidad de contar con un Plan de Recuperación ante Desastres, conocido como "Disaster Recovery” (DR), es más apremiante que nunca. Contar con este plan puede garantizar el crecimiento sostenible de las organizaciones en un mundo cada vez más volátil.
Para empresas enfocadas en el área de tecnología, contar con un Plan de Recuperación ante Desastres (DR) ya es parte de su modelo de negocio. Sin embargo, esta no es la realidad para el resto de las empresas de otros sectores. La disrupción del servicio es un lujo que ninguna empresa se puede dar. Sin importar lo bien que se administre, no contar con un plan que permita a la empresa recuperarse en un tiempo mínimo de un incidente puede tener consecuencias devastadoras, desde pérdida de ingresos hasta daño irreparable a la reputación de la empresa.
Para todos está claro que la pandemia forzó a las organizaciones a buscar cómo mantener sus operaciones y servicios vigentes de forma remota. Fue en este momento cuando aquellas que contaban con uno, lo pusieron a prueba. Aquellas que no, se vieron obligadas a improvisar.
Si bien es cierto que los planes de recuperación ante desastres están enfocados en la infraestructura de TI, ya que estos nos ayudan a mantener el acceso y la operabilidad de nuestros sistemas, no es menos importante considerar dentro de estos planes otros factores que permiten que la implementación y ejecución de planes de recuperación sea exitosa y transparente para nuestros clientes finales. No se trata solo de contar con un respaldo de nuestra información, sino de un enfoque holístico que abarque sistemas, aplicaciones y procesos claves junto con el recurso humano de la empresa.
Es importante buscar soluciones que se enfoquen en la protección y administración de los activos críticos para el éxito de la compañía, y así asegurar la continuidad del negocio.
El primer paso para una sólida estrategia de Disaster Recovery (DR) es la identificación exhaustiva de riesgos potenciales que podrían afectar a la organización. Con esta base, se puede desarrollar un plan integral que aborde escenarios específicos, y defina roles y responsabilidades.
La elección de soluciones de recuperación apropiadas es esencial. Incorporar tecnologías que ofrezcan la realización de pruebas de diferentes escenarios de disrupción, un monitoreo inteligente que pueda detectar problemas de manera inmediata, alta disponibilidad y desempeño de los sistemas, eliminación o reducción de períodos de no disponibilidad de los sistemas, habilidad de actualizar, realizar pruebas, y desplegar componentes de infraestructura sin interrupciones, replicación en tiempo real, fácil configuración e implementación de almacenamiento de nivel empresarial para sus aplicaciones sin afectar el rendimiento de estás; todo esto tomando en cuenta el ambiente operativo del cliente.
En el entorno empresarial actual el reto de la continuidad del negocio no puede ser subestimado. Un sólido Plan de Recuperación ante Desastres (DR) no solo es una salvaguardia contra posibles interrupciones, sino que también debe ser visto como una inversión necesaria para la resiliencia y el éxito a largo plazo de la empresa. Al abordar proactivamente este desafío, las organizaciones pueden enfrentar cualquier crisis con confianza y mantenerse firmes ante la adversidad.