La realidad de las empresas se mantiene en una constante transformación. Desarrollar una infraestructura basada en lo digital y con un equipo humano de gran resiliencia será fundamental para el éxito de las organizaciones en los próximos años.
Desde el trabajo remoto, pasando por el trabajo híbrido, las empresas de hoy enfrentan diversos retos para mantener la prestación de servicios y garantizar una buena experiencia de sus clientes y empleados. ¿Cómo deben prepararse las compañías para estos retos?
El mundo ha cambiado en relación al trabajo. Las oficinas cercadas por un firewall, que compartían información únicamente en su propio perímetro, son cosa del pasado. Hoy las oficinas son dinámicas, pueden estar en varias ubicaciones al mismo tiempo y comparten información en tiempo real a través de distintos lugares.
Esto se ha logrado porque el mundo es ‘móvil’. Según data.ai se estima que los usuarios de dispositivos móviles destinan cerca de cinco horas al día en sus dispositivos. Los anunciantes han gastado más de 330 000 millones de dólares en publicidad dirigida a estos usuarios. Cada día crece la fuerza de la cultura ‘mobile’.
Clientes y trabajadores: ¿O trabajadores y clientes?
Según datos del reporte ‘State of remote work’ de Buffer, a 97% de los trabajadores les gustaría trabajar de forma remota al menos parte del tiempo durante el resto de su carrera profesional.
Sin embargo, no es un elemento de interés únicamente para los empleados. El 70% de las organizaciones globales invertirá en adquirir herramientas y servicios que les permitan trabajar desde cualquier lugar.
Los trabajadores buscan el mundo digital. ¿Y los clientes? ¡También! Según EY los nuevos consumidores están buscando conectar con marcas más enfocadas en sus valores, y claro, capaces de entregar experiencias digitales excepcionales.
Es decir, tanto consumidores como trabajadores están pensando en un presente y un futuro digitales. ¿Es posible migrar a una forma de organización totalmente digital sin inconvenientes?
El rol del equipo de TI
Los equipos de TI tradicionales conciben equipos aislados, procesos basados en procedimientos manuales y herramientas centralizadas, gestionadas únicamente por los ingenieros encargados.
Ante el nuevo panorama digital, los equipos de TI deben pensar en una gestión democratizada. Se necesita de equipos colaborativos, procesos automatizados y herramientas digital-first descentralizadas.
Es decir, TI no puede seguir siendo un ‘monopolio’ de algunos pocos. Las empresas deben poder comunicarse todo el tiempo, de manera ágil. Lo mismo piden los clientes. Depender del área de TI solo retrasa el avance de las iniciativas y la adopción de la transformación digital en las empresas.
El nuevo rol de TI debe estar pensado en empoderar cada área y brindarles las herramientas básicas necesarias para que puedan desempeñar sus labores de manera presencial, remota, o híbrida.
Lograr esto no es solo cuestión de decisión. Se necesita de una cultura basada en la resiliencia. Equipos ágiles, dispuestos a aprender y a resolver problemas. El actual contexto, lleno de innovaciones tecnológicas y con un panorama económico basado en la incertidumbre, exige profesionales y empresas capaces de sobreponerse a estas situaciones y trabajar de manera flexible para cumplir con las metas.
Digital Enterprise
El futuro de las empresas está en convertirse en empresas digitales. Esto lo logran con una fuerza de trabajo digital (workforce), en un lugar de trabajo digital (workplace) y con cargas de trabajo digitales (workloads).
La fuerza de trabajo digital requiere de opciones de autoservicio para gestionar sus propias solicitudes de manera rápida. Crear flujos de aprobación previamente será esencial, pero ayudará a descongestionar la carga de TI y a facilitar la experiencia de clientes y empleados.
El lugar de trabajo digital debe garantizar el acceso de los empleados a todas las herramientas necesarias para desempeñar sus labores sin importar su ubicación geográfica. Una gestión de dispositivos basada en las mejores prácticas será fundamental.
Las cargas de trabajo deberán estar mediadas por una gestión de identidades y accesos que priorice la seguridad, sin afectar la calidad de la experiencia del usuario, permitiendo conectar toda la gestión del trabajo de manera holística.
Prepárese para la empresa digital
El futuro del trabajo aún no está definido, pero muchas empresas ya están participando en la carrera de la transformación digital. Las que ya iniciaron tienen una ventaja enorme. Sin embargo, aún no es tarde para empezar.
Ajustar las prioridades de la empresa y revisar la pertinencia de algunos cambios es fundamental. No se trata de digitalizar todo al 100%, sino de trazar una estrategia para aprovechar al máximo los recursos disponibles, y si lo digital genera ahorros en tiempo y esfuerzo, por allí es donde debe iniciar el camino hacia la empresa digital.