Es interesante ver cómo de manera natural nos fuimos adaptando rápidamente a la “invasión digital”; desde que despertamos hasta que cerramos el día, utilizamos nuestros dispositivos para todo: pedir productos y servicios a domicilio, actualizarnos en noticias, hacer transferencias bancarias, revisar tareas de los hijos, definir la rutina de ejercicio, entrar a las reuniones de trabajo, buscar la mejor ruta para llegar a la oficina, y hasta para hacer seguimiento de la caminata del perro… somos ahora “nativos digitales”.